Ventajas e inconvenientes de ser autónomo

Los trabajadores autónomos o empresarios individuales son aquellos que realizan de forma habitual, personal y directa una actividad económica a título lucrativo, independientemente de si se es titular o no de una empresa y del tipo de empresa del que se trate.
Tipos de autónomos
– Autónomo individual o profesional autónomo: realiza su actividad principal directa y personalmente de forma independiente. Se englobarían en este tipo los fontaneros, taxistas, electricistas, etc.
– Empresario autónomo o autónomo con trabajadores: Además de participar directa y activamente en la actividad el autónomo se encarga de dirigir una organización productiva.
– Trabajador autónomo dependiente: Realiza su actividad para un número reducido de clientes. Por su dedicación, horarios o retribución su trabajo tiene el carácter de dependiente.
Los tres tipos de autónomos se deben inscribir igualmente en el RETA.
Ventajas
– No se adquiere personalidad jurídica sino física, por lo que los trámites se reducen bastante y los costes (notario, registros, etc) también.
– No exige un capital mínimo como los 3.000 de la Sociedad Limitada o los 60.000 de la Sociedad Anónima.
– Las obligaciones fiscales son más simples que para cualquier tipo de sociedad.
Inconvenientes
– Las deudas y obligaciones del negocio se asumen con los bienes personales, y en caso de estar casado en régimen de gananciales también con los del cónyuge.
– El beneficio obtenido tributa por Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), por lo que puede llegarse a tributar por un tipo más elevado del que tocaría por Impuesto de Sociedades.
